Bill Evans - Piano; Gary Peacock - Bass; Paul Motian - Drums. Bill Evans o lo que es lo mismo, la santísima trinidad del jazz. Porque si decir sexteto es lo mismo que decir Miles Davis, quinteto Charlie Parker, o decir cuarteto es sinónimo de Monk o Coltrane, cuando de tríos se trata no hay más remedio que hablar de Evans, el último revolucionario blanco del jazz.
Saltó a la fama total por formar parte del mítico disco de Miles Davis "Kind Of Blue" en el año 1959, junto a Coltrane al saxo tenor, Paul Chambers al bajo, Cannonball Adderley al saxo alto y Jimmy Cobb a la batería: probablemente el sexteto más brutal de la historia. Bill Evans llegó para sustituir a última hora a Red Garland, pero no solo se limitó a cumplir junto a aquellos pesos pesadísimo del jazz ya que sus inflencias son mas que evidentes a lo laro del disco. A partir de ahí decidió seguir su camino en solitario o, mas bien dicho, en trío, que era como le gustaba a él.
Junto a Scott LaFaro, su primer gran aliado, el músico que mejor le comprendió al bajo y Paul Motian a la batería cambió absolutamente el significado del trío, para convertir a los tres instrumentos en uno solo, un animal sonoro que se movía al mismo tiempo con paso firme y a la vez ágil. Pero LaFaro moriría prematuramente en un accidente de coche en 1962, lo que provocó la depresión y la caída total en la heroina que mantendría a Evans apartado de la música durante un año.
En 1964, junto a Motian a la batería y Gary Peacock al bajo, grabó este magnífico "Trio 64", un ejemplo estupendo del concepto de trío de Evans, en el que piano, bajo y batería comparten protagonismo absoluto y se mueven como un todo, donde la perfeccionista y casi obsesiva personalidad del pianista (en una ocasión dijo: "A menudo digo que no basta crear una música, hay que vivir con ella. Es mejor trabajar durante 24 horas con un tema que trabajar 24 temas en una hora") se revela en toda su expresión. Una musica que es cosa de otro mundo.
De regalo un video del mítico trío que formó junto a LaFaro y Motian.
John Coltrane And Johnny Hartman (Impulse!, 1963) John Coltrane - Tenor Sax; McCoy Tyner - Piano; Jimmy Garrison - Bass; Elvin Jones - Drums; Johnny Hartman - Vocals
Bob Thiele, productor por aquel entonces del sello Impulse!, propuso a Coltrane grabar un disco con un cantante. El saxofonista, conocido por hacer sólo aquello que le apetecía y con las personas de su agrado sorprendentemente dijo que si pero puso como condición que el cantante tenía que ser el casi olvidado Johnny Hartman.
El disco se grabó en una sola toma a excepción de "My One and Only Love", que se tuvo que grabar dos veces. Thiele explicaría años más tarde el por qué. El tema empezaba con un solo de saxo de Trane para más tarde incorporarse Hartman a la voz. El solo con el que introdujo Coltrane fue tan increible que Hartman se quedó totalmente ensimismado y se olvidó de empezar a cantar. Los productores quedaron aterrorizados ante la idea de perder un momento tan magistral, pero el gran saxofonista, sin inmutarse, comenzó de nuevo y no solo no lo hizo igual de mágico, es que lo hizo mejor.
"My One and Only Love"
Escuchar este disco hace por sí solo que vivir merezca la pena.
"“El día después”, de nuevo con Raül Fernández (Refree) como productor, es un disco reflexivo, intenso, crudo (algunos textos apabullan por su sinceridad y desnudez), aventurero y directo. Podría decirse que es hasta comercial, sin que tengamos que tragar saliva, gracias a sonidos y texturas de pop orquestal (¿o será “folk de cámara”?) que convierten cada canción en una historia fascinante. Realmente, nunca sabes por dónde te va a salir, tanto musical como líricamente. Ella misma dice que “El disco es una ruptura inevitable con los discos anteriores de Aroah. Tarde o temprano tenía que pasar, pero forcé el hecho de grabarlo porque no me veía grabando un disco en castellano después de cinco discos en inglés. Era ahora o nunca. Al llegar a Barcelona a grabar no solo me sentía torpe por las letras que traía, sino por la timidez que me afecta al utilizar la voz en castellano. Es como si me ahogara. Tengo miedo a parecerme a artistas que detesto precisamente porque sobre interpretan las canciones. No tengo verdaderos referentes en castellano”.
En los 29 minutos de “El día después” Irene suena poética, ingeniosa, divertida, cómplice, tímida, optimista y analítica. Canta “Soy una lavadora” en “Pastoral” y luego “Soy un mini-bar” en “Las Cifras”. En “Canción para follar” afirma que “Y las bromas aparte / todo ha sido un infierno / Y personas cobardes / nos morimos de miedo”. De momento no hemos hablado de “pop de autor” o “pop en femenino”, pero en realidad tiene un poco de esas etiquetas que casi siempre suenan facilonas y van ligadas al término “cantautora”. Aroah ha crecido y nos entrega un álbum intenso y epidérmico. Parece inevitable: los discos de Aroah son cortos y los temas largos son una excepción. Pero no tienen que ser necesariamente pesimistas y desconsolados. Y tampoco tienen que ser folk, pueden ser pop."
"Pop orquestal, pero sin ser ampuloso, las 10 canciones de este día después se mueven como pez en el agua en distintos tonos y estilos. Desde la ironía artie de la inicial Amarillo a la pesadumbre (casi cercana a los mejores discos de La Buena Vida) de Pastoral o los inéditos tonos funk de La escala de las cosas, Aroah suena mucho menos afectada que nunca: sus sentimientos ya no parecen teatro, sino hermosa reflexión sobre las grandes derrotas y las pequeñas victorias del día a día.
Con canciones como Cifras o la titular (o cualquiera de ellas), éste sólo puede ser un disco ganador. Por KO y en el primer asalto, además.
Más valiente que ninguno de sus álbumes anteriores, también con un sonido más comercial, pero sobre todo capaz de crear más complicidad con el oyente, El día después amenaza con quedarse a mi lado mucho tiempo. Quién me lo iba a decir a mí, que siempre he mirado con desconfianza el encumbramiento de Aroah. Bravo."
Este canadiense y su cuarteto sacaron esta joya del pop con clase en 2006 y arrasaron en su país natal (fue disco de oro). Ahora cruzan el charco, llegando el disco a Europa en Septiembre de 2007. Si te gusta Jeff Buckley, no lo dejes pasar.
The Sea And Cake - "Everybody" (Thrill Jockey, 2007)
Sam Prekop (que voz dios mio, que voz), John McEntire (si, el de Tortoise), Archer Prewitt y Eric Claridge son The Sea And Cake (por cierto, gran nombre), y llevan desde los 90 haciendo buenísima música. Desde 2003 no sacaban disco pero afortunadamente este año han decidido regalarnos uno, de los mejores que yo les he oído. El 28 de Octubre estarán en Vigo en el Auditorio de Caixa Nova y si puedes deberías ir a verlos porque estoy seguro de que no te vas a arrepentir. Un lujo. Después no digas "es que nunca traen nada interesante a Galicia y blablabla..." y mueve el culo.
Rockefeller Plaza (30 Rock), creada e inrterpretada por Tina Fey es una comedia de situación ambientada en la grabación de un programa de televisión de sketches que entre otros actores cuenta con un genial, inmenso y soprendente Alec Baldwin (le dieron el Globo de Oro al mejor actor protagonista de serie ´cómica de televisión) en el papel de ejecutivo de la cadena. Una serie irreverente, desternillante y diferente, la comedia más divertida que se ha estrenado en años.
A pesar de haber tenido una audiencia mas bien discreta la NBC ha decidido sorprendentemente estrenar una segunda temporada (las críticas positivas y los premios probablemente ayudaron lo suyo...). A veces se impone la calidad y la cordura a los fríos números, afortunadamente, proclamo.
Lee Morgan: trumpet; Benny Golson: tenor sax; Bobby Timmons: piano; Jymie Merrintt: bass; Art Blakey: drums
Los Jazz Messengers de Art Blakey fueron tal vez la mas fructífera cantera del hardbop que surgió a mediados de los 50. Tal vez el mejor ejemplo de la altura de su música sea este "Moanin´" grabado en el año 1958 en los estudios de Rudy Van Gelder. Imprescindible para cualquiera que le guste el jazz.
Aquí una versión de "Moanin´" está vez con Freddie Hubbard sustituyendo a Lee Morgan a la trompeta, en el año 62. Palabras mayores.
Siguiendo con los tesoros que me llevé de casa de mi amigo Grogo. Sabrina - "Sabrina" (1987)
El LP y el single ("Boys")! Comprados en Estación Reina Discos. Y están impecables. No tienen precio en el mercado.
Kenny G -"The Collection" (1990)
Un disco indispensable para todos los amantes del jazz.
Max Mix 4 - Hazte tu Megamix!! (1986)
Una joya. La caja incluye dos LP y libro de instrucciones>; por desgracia faltan la cinta, la montadora y los patinadores. En las instrucciones la cosa está clarísima: "Montaje de cinta de cassette: 1- no tocar jamás la cinta de cassette por la parte grabada 2- higiene absoluta de las manos 3- grabar el tema nº 1 hasta un poquito después del punto donde queramos cortar...". Una maravilla, es como encontrarse con la piedra roseta.
"Setenta retratos, realizados por prestigiosos fotógrafos del panorama internacional, muestran las múltiples posibilidades artísticas del cuerpo humano visto por detrás. Ocultos invita al espectador a descubrir imágenes emblemáticas de culos rotundos, captados de forma sugerente, humorística, costumbrista, documental e intimista. La muestra de la Fundación Canal, comisariada por J. M. Díaz- Maroto, exhibe una panorámica del dorso humano con el culo como protagonista.
La mayoría de los fotógrafos, de todas las épocas y nacionalidades, han retratado en sus obras esa parte del cuerpo que es y ha sido siempre motivo de culto en nuestra sociedad. Igual que el rostro de las personas se convierte en eje visual del retrato frontal; en la observación del dorso la mirada se dirige espontáneamente al culo convirtiéndose éste en protagonista indiscutible.
Para esta exposición, producida también por la Fundación Canal, se ha conseguido reunir una exquisita colección de fotografías, realizadas desde principios del siglo XX hasta nuestros días, con diversos estilos, enfoques y tratamientos."
No sé por qué pensaba que Huff no había sobrevivido a la primera temporada, que había sido un fracaso y habían decidido cancelarla. La verdad es que no lo entendía, siempre me pareció una serie genial. Por suerte estaba equivocado, porque me acabo de enterar de que Canal Plus acaba de estrenar la segunda temporada. El primer capítulo cojonudo, como siempre.
Un disco redondo, el 10, la perfección hecha música, uno de los álbumes más sobrecogedores y desgarradores de la historia. Diez canciones que si no te emocionan tienes un grave problema y deberías preocuparte. Buckley moriría tragicamente en el año 1997, dejando un debut para la historia. Poco más tarde la casa discográfica aprovechando el tirón del mito sacarían de manera bastante irregular y chapucera bajo el título de "Sketches for My Sweetheart the Drunk" un montón de canciones que hay que suponer formarían a groso modo el que debería haber sido su segundo álbum, haciéndole un flaco favor a la memoria del genio, todo hay que decirlo. Si me muero mañana que suenen estas dos canciones en mi funeral. "Hallelujha"
Año 1964, Festival de Jazz de Antibes-Juan-Les Pins. Con Tommy Flanagan al piano y Roy Eldridge a la trompeta (ahí es nada), Ella Fitzgerald empieza a cantar "Mack The Knife" cuando, a los pocos compases, desde un pinar cercano suena el canto de unas cigarras que la interrumpe. Entonces Ella se arranca con un improvisado blues sobre el ritmo que los insectos le marcan. Al terminar, bajo una lluvia de aplausos, dedicará esta canción espontanea a sus amigos insectos y la titulará "Cricket Song".
Una de las mejores inversiones musicales de mi vida ha sido el haberme comprado todos los "Sognbooks" de Ella Fitgerald en los que canta a los mejores compositores de su época (Cole Porter (1956); Rodgers & Hart (1956); Duke Ellington (1957); Irving Berlin (1958); los hermanos Gershwin (1959); Harold Arlen (1961); Jerome Kern (1963) y Johnny Mercer (1964)). Una maravilla absoluta, uno de los grandes legados musicales del siglo XX.
