Una de pop, por favor.
Si hay un estilo musical que año tras año no me defrauda es el pop. Tal vez sea por la cantidad de oferta que tenemos ultimamente. Y es que malo será que entre tantos discos no haya 3 o 4 buenos. Pero consumidor compulsivo de música que soy acostumbro a escuchar de todo y en grandes cantidades. Y al igual que tanto el rock como la música electrónica con todos los apellidos que querais acaba por aburrime y muchas veces no soy capaz de decir ni dos discos que me hayan vuelto loco con el pop siempre acabo encontrando algo realmente bueno. Y este año no iba a ser menos. Josh Rosue entrega su quinto álbum titulado NASHVILLE, que viene precedido del éxito de su anterior disco: 1972. . Diez nuevas canciones cargadas de hermosas melodías, de esas que entran a la primera pero que no nos abandonan en mucho tiempo. Con sutiles arreglos, sonando a fresco e improvisado, respirándose ese buen ambiente que se crea alrrededor que quien sabe que está haciendo algo bueno. Regálense los oidos, permítanse el lujo de parar durante media hora con lo que estén haciendo y disfruten de la música de este romántico sin remedio.
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