jueves, enero 26, 2006

Y el hombre se transformó en una bestia



De la película "Sin perdón" (1992).


Little Bill organiza en el saloon la cacería de William Munny entre gritos de alegría y olor a wiskey malo. Alguien entra. Little Bill se vuelve y ve a un hombre empapado por la lluvia que lo mira fijamente, sosteniedo una escopeta de dos cartuchos. Todos los demás miran también. Hay un momento tenso cuando lo único que se oye es el trueno afuera y entonces Munny levanta el rifle.

Munny: ¿Quién es el dueño de esta pocilga? Tú, bola de grasa (hace un gesto hacia Fatty), contesta!!
Skinny (aterrorizado): Eh... yo soy el dueño de este local. Se lo compré a Greely por mil dólares.
Munny (dirigiéndose a los que rodean a Skinny): Será mejor que os aparteis.

Apunta el rifle hacia Skinny y todos se mueven a un lado.

Little Bill: Quieto, no lo haga!!

Munny dispara a Skinny y lo mata en el acto.

Little Bill
: Es usted un miserable y cobarde hijo de perra, ha matado a un hombre desarmado!
Munny: Pués debió haberse armado cuando decidió decorar su salón con el cadaver de mi amigo.
Little Bill: Usted es William Munny, de Missouri, el asesino de niños y mujeres!
Munny: Así es, he matado a mujeres y niños. He disparado sobre cualquier cosa que tuviese vida y se moviese. Y hoy he venido a matarlo a usted por lo que le ha hecho a Ned. Será mejor que se aparten (dirigiéndose a la gente que rodea a Bill)
Little Bill (dando un par de pasos al frente): Bien caballeros, sólo le queda una bala. Cuando la dispare sacad vuestros revolveres y matadlo como el perro sarnoso que es!

Munny dispara pero la pólvora mojada le juega una mala pasada y falla el tiro. Little Bill desefunda rápidamente su revolver.

Little Bill: Disparad a ese cabrón!!

Confusión total. Munny dispara primero en el abdomen a Bill y después se va cargando, rodilla en el suelo, a todo el que intenta matarlo. Cuando ha acabado con todos aquellos que suponían una amenaza se incorpora.

Munny: Todo el que quiera seguir con vida, será mejor que se largue de aquí.

Y todo dios ahueca el ala.