miércoles, abril 18, 2007

The Number 23



Se puede decir que tanto Joel Schumacher como Jim Carrey tienen ciertas similitudes en cuanto a la irregularidad de su carrera cinematográfica, con algunas diferencias notables.

Schumacher ha dirigido algunas películas que no están mal como "Falling Down" ("Un Dia De Furia", 1993), "Phone Booth" ("Última Llamada", 2002), un par de films que a mi entender son notables como "8MM" ("Asesinato En 8mm", 1999), con un Nicholas Cage ofreciendo una de sus mejores interpretaciones de siempre (de las pocas, todo hay que decirlo) y la "experimental" "Tigerland" del año 2000. Y no me puedo olvidar de una peli que se podría denominar "de culto", que me encanta y se titula "The Lost Boys" ("Jóvenes Ocultos", 1987), con unos jocencísimos Jason Patrcik y Kiefer Sutherland, que iban para megaestrellas del cine mundial y se quedaron en nada de nada el primero y en estrella de la televisión gracias a "24" el segundo. Todas las demás aportaciones del director a la historia del cine son basura dicho así con la boca grande: BASURA! Y si no me creen entren en imdb.com y hagan un repaso.

Con Jim Carrey pasa algo parecido, pero que no es igual. Porque si bien me repatea, me provoca nauseas, me irrita hasta límites insospechados cuando se pone a hacer el payaso con sus muecas y sus filigranas corporales (véase cualquiera de las dos "Ace Ventura", véase por ejemplo "Dumb & Dumber", "The Mask", "The Cable Gay" ("Un Loco A Domicilio") o "Liar Liar": simplemente asesinable), sin embargo y en contadas ocasiones (de momento, auguro) ha dado muestra de que es algo más que un payaso histriónico y ha ofrecido algunas interpretaciones soberbias, magistrales, emocionantes, demostrando que es un buen actor y un tipo peculiar: "Man On The Moon", por la que mereció el Oscar, "The Truman Show", en la que conjugó a las mil maravillas su faceta de clown con la del actor más serio y, por encima de todas, "Eternal Sunshine of the Spotless Mind" ("Olvídate De Mi", 2004), una inolvidable película de Michel Gondry en la que Carrey da lo mejor: sin él estoy seguro que no hubiese sido lo mismo.

En resumen: Jim Carrey ha demostrado una maestría a la hora de interpretar que no se ha visto jamás en Schumacher a la hora de realizar.

"The Number 23" se podría encuadrar dentro de los bodrios infumables de Schumacher y dentro de las interpretaciones olvidables de Carrey. Una thriller absolutamente previsible lleno de tópicos (de los malos), un ritmo que provoca el bostezo, con un final que nunca acaba, con explicaciones de todo tipo incluídas (como bien apuntaba una vez El Gran Mimón, cuando una película necesita de explicación final, malo) y encima con moralina, siempre la puta moralina: una cosa horrible. Un poquito de David Fincher por aquí, otra pizca de David Lynch por allá, una fotografía y un montaje supuestamente modernos y como resultado una película para olvidar. No se dejen tentar por su llamativo cartel promocional o por su trailer que a buen seguro ya habrán visto: tirarán el dinero y saldrán del cine con un cabreo monumental.

2 Comments:

At 10:21 a. m., Blogger El Gran Mimón said...

Puaj. Qué puta mierda de película. Y lo peor de todo es que es aburridisma. Pero aburridisma.

 
At 2:03 p. m., Blogger Sr Blas said...

Si si si, muy aburrida, se me hizo eterna.

 

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