Sr Blas

Desmitificando vol.3

Kill Bill vol.1 y vol.2. O lo que es lo mismo: Tarantino en doble insoportable ración de estupidez supina. En su momento y aún ahora, decir que no te gustan estas películas es para muchos señal inequívoca de que no estás en la onda, de que no sabes apreciar los cambios y las innovaciones del mal llamado “cine moderno”, de que estás anclado al pasado en lo que al séptimo arte se refiere. Lo que yo me pregunto sin embargo es: realmente estas películas son tan rompedoras como algunos creen? Está Tarantino abriendo nuevos caminos dentro del lenguaje cinematográfico? En resumen: merecen el calificativo de obras maestras o, al menos, grandes películas? Ni mucho menos. Y me explico.

Cojamos una serie de viejos estilos: un poco de spaghetti-western, una pizca de blaxploitation, un puñadito de cine de yakuzas, unos granitos de cine de artes marciales y, voilà, ya tenemos un cine de género de lo más original. Veamos ahora que hacemos con la historia, busquemos en el guión. De sobra es conocida la habilidad de Tarantino por escribir cosas originales, diálogos rápidos y punzantes, de su buen hacer a la hora de dibujar a sus personajes. Hay esperanza.

El argumento es sencillo: la bella Uma Thurman es tiroteada el día de su boda por una banda de asesinos a sueldo que trabajan para Bill, su ex novio. Todos los invitados mueren pero ella sobrevive, quedando en estado de coma durante varios años. Cuando despierta sólo tiene una cosa en mente: encontrar a todos y cada uno de los implicados en la matanza y, sobre todo, acabar con Bill. Es decir, tenemos una de venganzas. Nada nuevo en definitiva. Y qué decir de los personajes y de sus diálogos: puros estereotipos, del primero al último. Sinceramente, sólo me causa algún interés la tuerta asesina Elle Driver (Daryl Hannah). Del resto mejor ni hablar.

Ya tenemos guión y ya sabemos dentro de que género queremos enmarcar la historia. Veamos que pasa con las escenas de acción. Porque esta peli, no nos engañemos, no es más que un pretexto para dar rienda suelta a toda una serie de excesos y pijadas. Las peleas transcurren de tópico en tópico quedando perfectamente resumidos en el sangriento encuentro que la Thurman tiene con tropecientos mil japoneses enmascarados y armados de katanas. De coña marinera.

Sólo nos falta saber como encarar el momento final, el clímax, el tan esperado reencuentro entre el mítico malo malísimo Bill, interpretado por David Carradine y La Novia ultrajada. Y que gran decepción, porque no está ni de lejos a la altura de las expectativas. Se resuelve todo en escasos minutos y de forma desganada. Mal.

Así que en resumen tenemos: una historia vulgar y manida cargada de topicazos, contada usando recursos y estéticas de sobra explotados, con unos personajes mediocres, con escenas de acción aburridas (con alguna contada excepción que en cuanquier caso resulta insuficiente para elevar esta cosa a los alteres del cine) y con un final sosito. Si esto es el futuro del cine jodidos estamos.

posted by Sr Blas @ 5:15 p. m.