Sr Blas

Desmitificando vol.2

El King Kong de Peter Jackson ha sido un abrumador éxito de crítica y público sin precedentes: no es habitual que el remake de un clásico como éste provoque tanto entusiasmo. Incluso los entendidos de cine más críticos con las modernas superproducciones americanas se han rendido a los pies del simio más famoso de la historia. Yo discrepo absolutamente, y me jode porque admiro profundamente el trabajo de este freaky encantador.

La película empieza muy bien, en un New York de los años 30 maravillosamente recreado con una interesante presentación de unos personajes que prometen mucho. El problema es que el interés que despiertan en los primeros 20 minutos de metraje se diluye poco a poco para convertirse en caricaturas sin cualquier trasfondo. No se profundiza nada en el director de cine ambicioso y atrevido, en la soñadora actriz con principios, el genial y romántico guionista o el enigmático y rudo capitán de barco. Se nota desde el principio que lo único que importa es la inminente aparición del gigantesco mono.

El montaje no es fluído, se salta de una escena a otra de forma atropellada creando por momentos alguna confusión. Las escenas de acción (brillantes, eso sí) se suceden una tras otra en tropel quedando claro que lo único que interesa es mantener al palomitero espectador entretenido y con la boca abierta ante el descomunal despliegue de efectos especiales, pero sin nada más. Que me digan a mi por qué esta película es genial y por ejemplo Jurasic Park no. Y aún diría más: si Spielberg se atreviese a filmar una escena como la de Kong y Watts patinando en Central Park algunos lo crucifican definitivamente.

Mención aparte merece el personaje de King Kong. Sin duda lo mejor, lo único que merece la pena de todo el film. Es increíble lo bien que está hecho, y no sólo porque nadie diría que se trata de un efecto creado por ordenador, si no porque su actuación es increíble. Una vez más hay que sacarse el sombrero ante Andy Serkis (actor que también se encargó de "dar vida" a Gollum en El Señor de los Anillos), máximo responsable de la humanidad del gran Kong. Algún día veremos como le dan el Óscar a mejor actor a un personaje de efectos especiales, y si no al tiempo. Tal vez a este enorme mono le concedan algún día uno honorífico, quién sabe.

posted by Sr Blas @ 9:41 p. m.