martes, noviembre 15, 2005

No pudieron con él


Después de haber visto el documental "No direction home" lo que más me ha sorprendido es la absoluta incomprensión con la que se encontró Bob Dylan de gran parte del público y crítica tras electrificar su sonido a partir de "Bringing it all back home" y sobre todo con el "Highway 61 Revisited". Me resultó increible ver a un jovencísimo Dylan sobre un escenario, acompañado por algunos de los mejores músicos de la época (allí estaban entre otros Mike Bloomfield, Al Kooper o los músicos de The Band) tocando de una forma absolutamente acojonante temas de la talla de "Subterranean Homesick Blues", "Maggie´s Farm" o la mismísima "Like a Rolling Stone" y ver a la gente abucheándole e insultándolo. En el Festival de Música Folk de Newport la cosa alcanzó tal calibre que tras tocar durante 15 minutos decidió dar por acabado el concierto. El propio Pete Seeger confiesa en el documental que cuando empezaron a sonar aquellas canciones a aquel volumen brutal buscó un hacha para cortar los cables de los amplificadores. Menos mal que lo pararon.

A la salida de un concierto en Inglaterra un periodista preguntaba a la gente que le había parecido el espectáculo. Casi todos decían lo mismo: que era un traidor, un judas, que habían ido alli para ver a Bob Dylan y no a aquello en lo que se había convertido. Uno estaba indignado y reclamaba: "yo he venido aquí a un concierto de folk y no a uno de pop". Entonces apareció el que parecía el único que entendía de que iba la movida y le espetó: "pues pocos grupos de pop como este vas a ver en tu vida". Y que razón tenía.

Tras salir de gira presentando el "Highway 61 Revisited" Dylan estuvo 8 años sin pisar un escenario.