martes, febrero 07, 2006

Los coches más míticos de mi pandilla: un ejercicio de melancolía


El MG de Mimón (tabmbién conocido como "pobri cochi di pilli")

Se merece el primer puesto por dos razones: primera por ser el coche que es y segunda por haber tenido el honor de ser el primer coche oficial de la pandilla.

Inolvidables recuerdos me vienen a la cabeza al pensar en este precioso auto. Para empezar que tenía 17 años, y eso ya no es poco. Me parece que fué ayer cuando iba sentado al copiloto (siempre hacía lo posible para ir de copiloto, podía usar las más viles artimañas para conseguirlo) escuchando aquella mítica cinta: cara A "Here are The Sonics", cara B "The Rolling Stones" (su primer disco). O las fiestas de Pilón, aquellas increíbles fiestas en las que podías encontrar a las chicas más guapas de la ciudad y todo el alcohol del mundo gratis. Y no sólo para la fiesta, porque en más de una ocasión nos fuimos de allí con el maletero del MG cargadito con las botellas de la bodega del padre del anfitrión. Cortesía de la casa.



El Opel Corsa de McTojo
(también conocido como "El Corsita")

Si el MG tiene unas indudables connotaciones sentimentales, por tiempo entre nosotros y por servicio prestado este Cora Swing 1.2 de McTojo bien podría estar de número uno y a buen seguro nadie protestaría. Y es que vaya coche amigos! Lo que aguantó este pequeño prodigio de la ingienería alemana (los alemanes son la ostia...no me jodas!) solo dios lo sabe. Miles de recuerdos se fueron con él el día que su dueño decidió que "ya era hora". Sin duda el viaje de pirados a Oviedo para ver a Lou Reed no habría sido lo mismo sin este bólido que, como bien decía su dueño "conduce solo". Y yo casi estaría por asegurar que sí.


La Renault Express del Jipi
(también conocida como "La Furgalla")

Soy de los que piensa que una pandilla sin furgoneta no es una pandilla completa. Nosotros tuvimos la suerte de tener durante muchos años nuestra "furgalla". Más bien la furgalla del Jipi, que no es que fuese su medio de transporte, es que era una especie de prolongación de su propio cuerpo.
Era horrible, era incómoda, era fría como el jodido Polo Norte, hacía un ruído de mil diablos y olía a gasoil que tiraba para atrás. Pero sin ella, y por poner un simple ejemplo de su enorme importancia, la emocionante "operación techopán" (robo en una obra de este preciado material para insonorizar las paredes del local en el que ensayaban "Os Pobres"), con persecución policial incluída (o eso quisimos pensar...) no hubiese sido posible.
Que el dios de la chatarra te tenga en su seno, querida amiga.




El Seat Panda del hermano del Ciego (también conocido como "El Pandereto")

No estuvo mucho tiempo entre nosotros pero sin duda se ganó un lugar en nuestros corazones. Y su dueño, ser absolutamente mítico e indispensable en la historia de nuestra pandilla, tiene mucha culpa de que en tan poco tiempo este pequeño vehículo pasase a fomar parte de nuestras vidas. La primeras "introspecciones" fueron en él y numerosos viajes locos para ver estrellas o para simplemente charlar hasta las tantas de la madrugada perdidos en algún rincón de lo más estúpido se llevaron a cabo encima de sus cuatro ruedas. Su techo quemado (fué sin querer Cie, lo sabes), su maletero lleno de cáscaras de pipas. Lo siento...creo que se me ha metido algo en el ojo....sniffff.


El Peugeot 505 del padre del Sr Blas (sin sobrenombre conocido)

Joder, que cochazo. Mi padre siempre dice que es el mejor coche que tuvo en su vida y yo me lo creo. Valía para un roto y un descosido, podías cargarlo con tropecientos amigos que él ni se inmutaba, tenía un maletero en el que podías meter de todo y era especialmente cómodo para ciertas actividades muy placenteras. Probablemente se trate del vehículo pandillero que más años estuvo entre nosotros y prestó mil y un servicios impagables. Como problema: que tragaba a dios y su madre y nosotros no teníamos un duro. Cuantas veces le echaba cien pesetas para que simplemente llegase a rastras hasta el garage de casa! Fué muy valioso para las escapadas a Coruña las noches de verano y nunca nos dejó tirados. Joder, que cochazo!


El Seat 131 de Ciruelo

La verdad es que este automóvil mucho no lo utilizamos pero teniendo en cuenta que es el único coche que conozco que bajó las escaleras que unen la Plaza Mayor con la Plaza de Santa Maria (Lugo) bien merece, creo yo, un lugar en este "Hall of fame".

1 Comments:

At 9:51 p. m., Blogger Sr Blas said...

Gaaaaa-ñaaaaaaaan!! Tienes razón, falta el 127 de Mimón que sustituyó al MG. Error imperdonable.
http://www.janko-verhey.de/Seat/images/127-1.jpg

 

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