Tomando un café
Tomaba yo el otro día un café mañanero en el centro cuando asistí a una conversación entre tres chavales que si llegaban a los 20 años era de casualidad. Hablaban de música, realmente sólo hablaba uno de ellos, gafa-pasta y bufanda muy cool él, los otros escuchaban como quien oye la palabra de dios.- Bob Dylan es uno de los músicos más supravalorados de la historia de la música. No llegan a 5 los discos que tiene realmente buenos y el último es del año 65, el Highway 61 Revisited. A partir de ahí no volvió a hacer nada digno de mención.
Escuchaba yo estas idioteces y se me empezaron a poner todos los músculos del cuerpo tensos: me faltó el canto de un duro para pegar un manotazo en la barra y decir cuatro cosas. Y lo digo en serio. Ando algo así como de mala hostia ultimamente y además, para rematar, practicamente solo escucho a Bob Dylan desde que empezó 2011: se puede decir que estoy en plena etapa obsesiva Dylan. Vamos, que en otros tiempos le caía una hostia.
Pero pronto la conversación quedó en un segundo plano porque empecé a pensar en cuál es el último gran disco de Dylan. Después de mucho comerme el coco (el Ipod ayuda mucho en estas situaciones...) llegué a la conclusión de que Street Legal. Y sí, dirán: "es un disco del 78 y estamos en el 2011; no será que en el fondo estos chavales tienen razón a pesar de que exageran un poco?".
Si tenemos en cuenta que Street Legal es el 18º disco de estudio de Dylan (Highway 61 Revisited es el 6º...) y que los 18 discos me parece como menos "discos enormes", diría que el gafa-pasta estaba más que equivocado. Y sin meterme en los discos en directo (Before The Flood del 74 y Hard Rain del 76, pedazo de discos) y los The Bootlleg Series, que es un tema para hablar en otro momento largo y tendido. Y no nos olvidemos de que a partir del 78 sí es verdad que los discos buenos aparecen con cuentagotas, pero van apareciendo: Oh Mercy (89), Love And Theft (2001) y Modern Times (2006) son discos que están muy por encima de la media que se escucha por ahí.
Este disco dividió a la crítica (no al público: la gira del disco fue un éxito rotundo). Básicamente los americanos tildaron a Street Legar de "un disco horrible" mientras que en Europa decían que era uno de sus mejores discos de siempre.
Escuchen y opinen. El disco agradece que se suba el volumen hasta los límites permitidos por los vecinos.
Cuanto más viejo me hago más creo en la santísima trinidad: Bob Dylan, Neil Young y Tom Waits. Todo lo demás está bien pero...
2 Comments:
Si ese tipo fuese capaz de rozar un tres por ciento del final del peor disco de Bob Dylan, yo le seguiría hasta el infierno. Así está la cosa; mientras, a disfrutar del maestro... BLOOD ON THE TRACKS debería estar en un museo, con la Gioconda y esas cosas...
Bienvenido a la cordura Sr Blas. Y sin olvidarnos de las bandas municipales, acabo de pasar por el Toural, sonaba España cañí (acompañamento do meco), casi lloro. Al llegar a casa el ordenador, encendido todavía, me regala el final de Changing of the guards. Bonita tarde
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